¿Qué es inflamación?

Nuestro cuerpo está expuesto diariamente a muchos factores que pueden producir reacciones a nivel celular. Estas reacciones son la principal forma del organismo para defenderse de lo que él percibe como un peligro o para recuperarse de una lesión, reparando el tejido o área afectada (por ejemplo: cuando tenemos una herida superficial o una picadura de insecto).

En estos casos las células se concentran en ese punto para combatir el agente externo que pudiera provocar infección o daño al organismo, produciendo inflamación, que se presenta como enrojecimiento, hinchazón y dolor en el área afectada.

Inflamación es la respuesta natural y saludable del cuerpo a un ataque o amenaza al sistema inmunológico para defenderlo.

Pero, cuando la inflamación es a nivel celular -no superficial- y se vuelve crónica por ciertos alimentos que ingerimos regularmente, por las sustancias que ponemos en nuestro cuerpo, las que están en nuestro entorno o aquellas que produce nuestro propio organismo en condiciones anormales, inicialmente no se observan síntomas como los que describí antes, sino que se desarrollan otras reacciones a largo plazo que pueden desencadenar enfermedades más graves como la diabetes, el cáncer, problemas cardíacos y enfermedades autoinmunes.

¿Cuáles son los factores que causan inflamación?

Ya debes imaginarte por dónde viene el tema y cuáles son los factores que pueden incrementar esta condición.

  • Alimentación: el consumo de alimentos procesados, azúcar y carbohidratos refinados,
    gluten, alcohol, aditivos en los alimentos (colorantes, emulsionantes, conservantes, etc.), carnes rojas, lácteos.
 
  • Ambiente: químicos e irritantes en el aire, metales pesados, pesticidas y herbicidas, humo de cigarrillo.
  • Estrés: el estrés constante y prolongado provoca que nuestro cuerpo produzca sustancias (hormonas) que le permiten reaccionar rápidamente para defenderse de una situación de peligro.  Pero este sistema tan perfectamente diseñando, no fue creado para mantenerse en un estado de estrés crónico, produciendo una presencia constante y excesiva de estas hormonas en nuestro organismo.
  • Obesidad.
  • Genética.

¿Cómo se manifiesta?

Se puede manifestar o ser más evidente en diferentes partes del cuerpo u órganos, como el intestino, el corazón, la piel, el hígado o el cerebro. A esta condición se le conoce también como «el asesino silencioso», porque nuestro cuerpo, con sus mecanismos de defensa, está constantemente tratando de contrarrestar los efectos de todos estos factores que la producen sin mostrar síntomas inicialmente, hasta que llega un momento en que empiezan a manifestarse sobre todo con dolor, hasta el punto de impedirnos realizar nuestras actividades diarias. En estos casos es recomendado consultar al médico.

Cuando sufrimos de inflamación crónica nuestro cuerpo comienza a sentir los efectos de diversas maneras, que dependen de cada individuo y que pueden incluir: dolores en el cuerpo, articulaciones, espalda, cuello, dolor de cabeza, cansancio excesivo, cambios de humor, depresión, ansiedad. Se pueden llegar a desarrollar enfermedades graves como diabetes, cáncer, lupus, artritis, enfermedad de Crohn, entre otras.

¿Cómo reducir la inflamación?

Siempre conversamos sobre cómo mantener la salud de nuestro cuerpo desde todas las áreas. Así que no es difícil suponer cuáles son las medidas que debemos tomar para reducir o prevenir la inflamación y sus efectos. Todo se traduce en el cambio de estilo de vida, de forma integral, no solo prestando atención a lo que comemos sino también a cómo manejamos nuestros pensamientos, sentimientos y emociones.

A veces puede parecer complicado o difícil tomar este camino, pero es un patrón que podemos integrar poco a poco en nuestra vida diaria para despertar a la salud óptima y el bienestar que todos anhelamos.

Aquí te dejo algunas recomendaciones:

  • Reducir el consumo de alimentos procesados que promueven la inflamación, como los que mencioné arriba.
  • Aumentar el consumo de alimentos anti-inflamatorios, con mayor énfasis en el consumo de legumbres y vegetales verdes (sobre todo los que tengan muchas hojas oscuras), grasas saludables y granos integrales.
  • Hacer actividad física regular de 3 a 5 veces por semana.
  • Practicar técnicas para reducir el estrés, como la meditación, el yoga, reservar un tiempo de relajación, compartir tiempo de sana recreación con la familia y amigos, estar en contacto con la naturaleza.
  • Descanso apropiado: dormir no menos de 6 horas y procurar tener un sueño de calidad que realmente nos ayude a reparar y energizar nuestro cuerpo.

¿Puedes identificar qué causa inflamación en tu cuerpo? Deja tus comentarios o tus dudas al final de este artículo.

Si deseas explorar cómo se manifiesta esta condición en ti y buscar alternativas para combatirla o si necesitas abordar cualquier otro tema para mejorar tu estado de salud y bienestar, puedes contactarme para una consulta inicial.

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