Si te preocupa la presencia de sustancias químicas y pesticidas en los alimentos que consumes, ¡te felicito! Es un primer paso hacia la creación de conciencia sobre una alimentación más natural y saludable. Sin embargo, todos los que hemos ido al supermercado en busca de productos orgánicos para minimizar el consumo de pesticidas y químicos en nuestros alimentos nos hemos dado cuenta de que estos productos son significativamente más costosos que los producidos de forma «convencional».
¿Cómo elegir si comprar o no la versión orgánica?
Sería ideal consumir siempre alimentos orgánicos, pero lo cierto es que si nuestro presupuesto para víveres no es ilimitado, como de seguro no lo es para la mayoría, hay que tomar algunas decisiones a la hora de comprar. La clave es el balance y la información sobre los productos que tenemos a disposición.
A continuación te daré unos tips que uso para elegir los productos orgánicos que coloco en mi carretilla:
1. La docena limpia y la quincena sucia (The Dirty Dozen and The Clean 15).
La organización sin fines de lucro Environmental Working Group (EWG), que se dedica a proteger el ambiente y la salud, ha clasificado 48 productos, entre vegetales y frutas de mayor consumo, de acuerdo a su nivel de contaminación por pesticidas, basado en pruebas realizadas por el USDA (United States Department of Agriculture) y la FDA (Food and Drug Administration) de los Estados Unidos. En base a este estudio, la EWG publica una guía para el consumidor en la que lista los primeros 15 productos con menor cantidad de pesticidas, que son llamados The Clean 15 («la quincena limpia», si queremos traducirlo al español), y los 12 productos con la mayor cantidad de pesticidas, que se conocen como The Dirty Dozen («la docena sucia»). Esta lista es actualizada cada año. Puedes ver más información aquí.
En la práctica, al momento de elegir qué productos comprar en su versión orgánica y cuales no, puedes comprar los productos convencionales (no orgánicos) de la lista limpia (The Clean 15), mientras que siempre es preferible elegir la versión orgánica de los productos en la lista sucia (The Dirty Dozen). A continuación ambas listas según la guía del consumidor para el 2017:
The Dirty Dozen (Docena sucia):
- Fresas
- Espinaca
- Nectarinas
- Manzanas
- Duraznos
- Peras
- Cerezas
- Uvas
- Apio
- Tomates
- Pimentón dulce
- Papas
The Clean 15 (Quincena Limpia):
- Maíz dulce
- Aguacate
- Piña
- Repollo
- Cebolla
- Guisantes congelados
- Papaya
- Espárragos
- Mangos
- Berenjena
- Melón honeydew
- Kiwi
- Melón cantaloupe
- Coliflor
- Toronja
2. Es mejor comprar vegetales y frutas convencionales que no comprar.
Si estás en el proceso de mejorar tus hábitos de alimentación incluyendo más frutas y vegetales en tus comidas, no te abrumes ni te obsesiones por comprar todo orgánico. Un paso a la vez. Empieza por incluir vegetales y frutas de tu elección diariamente en tus comidas y eliminar cada vez más los productos procesados. Una vez que hayas desarrollado el hábito y hayas comprobado los beneficios de una alimentación más natural, ve incorporando elecciones más saludables, como seleccionar productos orgánicos y libres de componentes genéticamente modificados, por ejemplo. De otra forma podrías perder el entusiasmo al ponerte más restricciones, siguiendo reglas que hagan de tus compras algo complicado y, sobre todo, doloroso al momento de pagar la cuenta.
3. Prefiere las opciones de temporada.
Seguramente las frutas y vegetales fuera de temporada serán más caros, orgánicos y no orgánicos. Así que al elegir una opción orgánica, prefiere aquellas que están en temporada ya que seguramente serán más accesibles que aquellas fuera de temporada.
4. Lava bien tus frutas y vegetales.
Esto es importante para eliminar los residuos de químicos y pesticidas en los alimentos. Aunque seguramente no podrás eliminar del todo estas sustancias, lavarlos bien reduce la cantidad que entrará a tu organismo al momento de consumirlos.
5. Consume productos locales y en lo posible, infórmate sobre cómo se producen los alimentos que compras.
Puedes investigar un poco más sobre la producción local e identificar marcas o empresas que cultiven sus productos de forma más limpia.
Aunque se dice que los pesticidas no causan daño cuando se ingieren en pequeñas cantidades, no es un secreto que estudios recientes demuestran lo contrario y que el consumo continuo de estas sustancias puede provocar enfermedades importantes en los seres humanos.
Mantén estos consejos en mente cuando hagas tus futuras compras.
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